La noche del viernes 21 de marzo estuvo pasada por agua, como ya estamos acostumbrados desde hace un mes. Pero esto no fue impedimento para que la Banda de Cornetas y Tambores Esencia pusiera sus sones en el barrio de Triana.

Nuestra banda tenía una cita marcada en el calendario, donde pondríamos nuestros sones en la Parroquia de San Jacinto. Este concierto fue presentado por un amigo de nuestra formación y tuvo la voz de José Luis Carmona Gallardo.

Durante el evento se hizo un recorrido por la música procesional, empezando por clásicos como «La Expiración», de Alberto Escámez López, y llegando a «El Cachorro», de Ramón Montoya Molina. Y para comenzar este recorrido, qué mejor manera que acompañados nuevamente por nuestros amigos de la Banda de Cornetas y Tambores del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga.

Estuvimos acompañados por el banderín de nuestros amigos y compañeros de pasión, el cual acaparó muchos focos.

Posteriormente se comenzaron a interpretar una serie de marchas muy conocidas en el barrio de Triana, como pueden ser «Caído vas por Triana», de Manuel Hernández Garrido, o «Simón Cirineo», de Francisco García Arias.

A continuación se dio paso a una época más actual y a una serie de marchas más conocidas en nuestra Semana Santa, como fueron «Maestro», de Dionisio Buñuel Gutiérrez; «María Santísima del Rocío», de José Ramón Pérez Soto; y para rematar, «Silencio Blanco», de José Julio Vera Cuder.

Pero no quisimos terminar el concierto sin añadir una composición propia de nuestra formación, como fue «Sagrados Clavos». Una marcha de corte solemne y reciente composición, pero que tiene también su origen en Málaga por medio del joven compositor José Bazalo Valero.

Antes de finalizar se le entregó un obsequio a José Luis Carmona Gallardo por la presentación de este acto, así como a Fray Javier Rodríguez, párroco de San Jacinto y en representación de la Orden de los Dominicos.

El trato recibido por todos fue exquisito y no podíamos terminar nuestra actuación sin nuestro agradecimiento más sincero y absoluto.

Para finalizar, como ya anticipamos en nuestras redes sociales, dar las eternas gracias al público asistente, el cual comenzó a aplaudir desde el final de la Marcha Real y no terminó de aplaudir hasta que el último músico abandonó la parroquia.

GRACIAS.